Cuando los niños son pequeños lo tocan todo, supongo que no desvelo ningún secreto si digo que esto es lo más natural del mundo. Un niño necesita descubrir el mundo, aprender sobre su entorno, entender cómo funcionan las cosas, sus cualidades… y para ello mira, toca, pone, saca, tira e imita a otros.
Es por eso que me sorprende y me provoca incomprensión el ver que todavía hay gente que se extraña de que los pequeños “lo toquen todo” o sean “muy movidos”. Simplemente hacen lo que les toca por edad, lo normal en un niño.
Si Emma no me diera “trabajo” me preocuparía mucho. Ahora le toca abrir cajones, sacar lo que hay dentro, chupar los cristales, abrir los grifos, jugar con el agua…
Sí, da trabajo, pero soy la madre más feliz del mundo al ver que Emma tiene interés en experimentar, descubrir y aprender de su entorno. Sigue leyendo